Fariba Heydari 

Diseñadora de moda en Sol Alpaca.

Esta historia se teje entre Teherán, Arequipa, Lima y Sídney. 

Nací en Teherán. Allí viví hasta los dieciséis años, cuando, por estudios, viajé a Inglaterra con la intención de acabar la universidad y regresar a casa, pero la revolución estalló. Mi familia salió de Irán poco a poco. Por nuestras creencias religiosas, permanecer allí era una opción muy riesgosa. La fe Bahá’í nunca fue reconocida a pesar de ser la minoría religiosa más grande. 

Estuvimos unos años en Inglaterra hasta que mi papá tuvo la oportunidad de viajar a Perú. Llegó a Arequipa, luego nosotros. La Ciudad Blanca nos recibió con los brazos abiertos. Yo tenía veinte años cuando llegué a Latinoamérica sin saber una sola palabra de español. 

Would you like to work in this new project? (¿Te gustaría trabajar en este nuevo proyecto?) me preguntó un amigo en Arequipa.

Sí, con veintidós años, sin hablar bien el español todavía y apenas acostumbrada a mi nuevo hogar, comenzó uno de los pasajes más importantes de mi vida.

Eran los ochenta, cuando, siendo parte de un equipo de gente muy joven, dimos vida a un nuevo proyecto de una empresa textil. Hicimos. Aprendimos. Creamos. Viajamos. Presentamos. Recreamos.

Debo mi crecimiento y conocimiento profesional a los trabajadores que me enseñaron los procesos de producción. Sigo maravillada por la habilidad y el arte de sus manos, y de lo que son capaces de crear con un simple hilo. Atesoro siempre su generosidad para enseñarme. Todas sus enseñanzas se han quedado conmigo y trato siempre de plasmarlas de algún modo en mis diseños. 

De pronto, en los noventa, Australia sería mi nuevo hogar. Otro sitio que nos abrió las puertas y me dio oportunidades de estudios mientras mantenía lazos con el Perú. 

Años después, de vuelta en Lima, caminando en las calles de San Isidro me hablaron de un nuevo proyecto del Grupo Michell, vinculado a la alpaca. Y así comencé el más grande, querido, y desafiante proyecto de mi carrera: Sol Alpaca.

Durante diecinueve años hemos creado colecciones espectaculares con las contribuciones indispensables de un formidable equipo de trabajo y una herencia textil de primera.

Hace algunos años, retornamos a Australia. Sigo creando para Sol Alpaca y su marca hermana, Patapampa, y gozo viendo un pedacito del Perú en el corazón de Sídney. Abrimos la primera tienda internacional de Sol Alpaca en el icónico Queen Victoria Building en el 2015.

Jamás imaginé que mi vida iba a transcurrir entre Australia y Perú. Estoy muy agradecida con ambos países y con la compañía que me ha dado la oportunidad de hacer lo que amo por diecinueve años, moviéndome entre ambas costas y combinándolas, a mi modo, en mi expresión creativa como diseñadora.

Soy persa, soy peruana, soy australiana. Creo en la unidad y me esfuerzo a diario para nutrirla.

Texto por Melanie Pérez Arias