Jorge Deustua
Fotógrafo
El entorno australiano condicionó mi fotografía y la transformó. Luego de mi formación como ingeniero industrial en Lima y ya dedicado enteramente a la fotografía —luego de una estadía en Francia— retrataba temas humanos, sociales, los conflictos en latinoamérica: los migrantes suizos en el Chaco paraguayo; los problemas de los bananeros en Costa Rica; los buscadores de oro en Madre de Dios; el contrabando y el narcotráfico en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; la aparición de una vírgen en el Ecuador; los familiares de desaparecidos en Argentina; el “milagro económico” chileno; la representación de la Conquista española en pueblos andinos; la guerra en Sarhua. En definitiva, temas complicados. Con todo este bagage de imágenes y de experiencias llegué en el 2008 a Australia, a ese continente de tierra rojiza donde el canguro, el koala, el ornitorrinco y la taipán comparten el territorio.
El embajador peruano en Australia, Claudio J. de la Puente, me invitó a exhibir mi retrospectiva de 30 años de trabajo en la National Portrait Gallery de Canberra para celebrar la fiesta nacional del Perú, el 28 de julio de 2008. Esta participación significó mi primera visita a Australia, invitación que se repetiría al año siguiente
La Australian National University de Canberra (ANU) y el Canberra Institute of Technology (CIT) se interesaron en visitas guiadas de la muestra para sus alumnos de fotografía. Las visitas tuvieron éxito, por lo que me invitaron a dictar talleres fotográficos, en ambas instituciones, para el año siguiente. Pronto llegaron invitaciones para realizar charlas en la University of Sydney y en la Queensland College of Art (QCA) de la Griffith University. La experiencia de haber enseñado en la Universidad Católica del Perú, en la Universidad de Lima y dominar el inglés me permitieron estas posibilidades.
Además, expuse mi retrospectiva en el Aurora Center de Sídney; en la inauguración del Instituto Cervantes, en Sídney; y con Marian Drew, quien era convenour del Departamento de Fotografía de Griffith University, desarrollamos el proyecto de fotografiar el Perú y Australia. El proyecto incluyó viajes fotográficos en ambos países y concluyó con una exposicion en la Casa Inca Garcilaso de la Vega del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, en Lima y en el Queensland Centre for Photography de Brisbane, y la publicación de un catálogo del trabajo: THE ROCK AND THE TREE. Perú-Australia. 2012.
De allí nació la idea de los viajes fotográficos a Perú con alumnos australianos de la QCA. Fueron viajes anuales del curso Collectors and Gatherers. Los viajes incluyeron 25 alumnos cada uno, con rutas cambiantes y no tradicionales. Uno por año, siempre con una ruta diferente. Recorrimos una buena parte del Perú y al final de cada viaje los alumnos debían presentar su trabajo fotográfico o audiovisual y hasta textos literarios. Descubrí, a través de este material, que lo que para mí era Australia, para ellos era el Perú: un territorio extraordinario. Distinto. Desconocido.
En el 2020 me hice ciudadano australiano por muchas razones, pero además porque Australia está rodeada de mar. A 120 kms al norte de Bundaberg y en dirección hacia la Gran Barrera de Arrecifes, una península amable enfrenta el Mar de Coral y la Bahía de las Avutardas.
La peninsula lleva el nombre de Seventeen Seventy debido a que, en mayo de 1770, el capitán de la Marina inglesa James Cook y la tripulación del Endeavour desembarcaron por primera vez allí, en lo que hoy se conoce como el estado de Queensland.
Como tantas otras costas australianas, las de Seventeen Seventy alojan una milenaria historia de cultura aborigen la cual es la más antigua de las civilizaciones aún existentes.
Por esta razón, en esas playas australianas, desiertas y nocturnas, planté entonces fuegos fatuos dorados para fotografiar como hogueras de la noche, mientras que, envuelto en el resuello persistente de la orilla, no dejaba de pensar en los remotos habitantes de esta línea costera y la considerable distancia a la orilla del otro lado del Océano. La orilla del Perú.
Texto por Melanie Pérez Arias