Nicholas McCaffrey
Embajador de Australia en Perú (2014-2018)
Llegué a Lima en mi primera misión oficial como embajador y no pude haber pedido un mejor predecesor. John Woods, había hecho un trabajo extraordinario reabriendo la embajada australiana en Perú, formando a un excelente equipo de profesionales y adelantando negociaciones cruciales que condujeron a la firma del histórico primer Tratado de Libre Comercio entre Perú y Australia.
Gracias al trabajo del embajador Woods, las relaciones tanto profesionales como personales con Perú estaban en muy buen estado. Eso me facilitó lograr algunos avances como un aumento del número de empresas australianas interesadas en invertir en Perú; un incremento en las visitas anuales de australianos (de 30 mil a 45 mil anuales); la implementación de la visa Work and Holiday para que peruanos pudieran ir a estudiar y trabajar en Australia durante un año, así como la visita de importantes personalidades de la política australiana al Perú.
En noviembre de 2016 el primer ministro Malcolm Turnbell acudió a la reunión de líderes de la APEC en Lima. Fue una visita muy importante porque de allí surgieron negociaciones y proyectos que pudieron concretarse. Recuerdo lo impresionados que estaban todos los diplomáticos con la calidad de la gastronomía peruana, la historia, la cultura, la cerámica Chimú y, por supuesto, Machu Picchu.
En otra oportunidad vino la Ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, y la invité a correr por el malecón. La policía peruana había enviado un escolta, que iba a trotar detrás de nosotros, pero cuando llevábamos unos 200 metros miré hacia atrás y pude ver que el oficial no podía seguirnos el ritmo.
—¿Disminuimos la velocidad o seguimos? —le pregunté a la Ministra.
—¡Sigamos! —dijo ella. Estaba encantada con la vista del mar, con el clima.
Así que relevamos al oficial y corrimos por más de ocho kilómetros sin ningún percance. Completamente seguros. Al día siguiente nos esperaba un oficial que sí estaba en condiciones de seguirle el paso a la Ministra.
Durante mi época en la embajada diseñamos programas de intercambio como el Young Chef en el que llevamos a jóvenes cocineros a Australia; y traíamos a dos australianos a trabajar en los restaurantes Central y Astrid y Gastón. También apoyamos el proyecto de Sofía Mulanovich, para formar a jóvenes y niños peruanos en el surf. Los llevamos en varias oportunidades al centro de entrenamiento de alto rendimiento en Australia.
Sigo teniendo un vínculo emocional muy fuerte con el Perú. No sólo porque fue mi primera embajada, sino porque fue una época muy emocionante y gratificante. Hubiera sido imposible lograr todo lo que hicimos sin el equipo de la embajada y de la residencia, tanto peruanos como australianos estaban comprometidos al 100%.
Desde el punto de vista personal yo era embajador, pero también padre de tres niños pequeños. Eso me dio una perspectiva distinta porque, aparte de mis labores diplomáticas, los llevaba al colegio, compartía con las familias de sus amigos, íbamos a las fiestas de cumpleaños. Eso me dio una visión adicional de la sociedad peruana.
Además, algunos de los primeros recuerdos de mis hijos son de Perú, ellos hablan español mejor que yo. Mi esposa, que es española, también estuvo muy contenta en esa misión por estar en una cultura hispanohablante. Todos fuimos muy felices en ese país y queremos volver.
Texto por Melanie Pérez Arias