Edgar Vásquez
Director del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales (CIEN) de la Asociación de Exportadores del Perú (ADEX)
Tres de mis cuatros hijos nacieron, mientras yo iba y venía por el mundo como parte del equipo negociador de acuerdos comerciales del Perú, dos de ellos mientras se negociaba el Acuerdo de Asociación Transpacífico o TPP, como se le conoce por sus siglas en inglés. Un pacto comercial que se suscribió en 2016 entre Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur, Vietnam y, por supuesto, Perú.
Mi primera asignación como jefe del equipo negociador del Perú fue en 2009. Esto fue lo que me dio la oportunidad de visitar Australia hasta en tres oportunidades. Estuve en Sídney, Melbourne y Canberra. Me impresionó la vida cosmopolita australiana. La gente haciendo deporte a cualquier hora del día, la tranquilidad, la diversidad, los espacios culturales y la vida al aire libre.
De este proceso me impresionó también el compromiso de los australianos porque los acuerdos comerciales fueran lo más abierto posible. Peruanos y australianos, coincidíamos en ser muy ambiciosos en liberar el comercio, pero también queríamos que se incorporaran políticas en cuanto a la equidad de género, desarrollo y competitividad en los pactos de países unidos por el Pacífico.
Para nosotros era estratégico estrechar las relaciones con Australia, por su posición en el Asia-Pacífico y también por el tamaño y sofisticación de su mercado interno. Por eso, reaccionamos rápido cuando yo ya era viceministro de Comercio Exterior y le propusimos a Australia la posibilidad de abrir una negociación bilateral exclusiva entre ambos países, porque sabíamos que había muchos puntos de coincidencia para un Tratado de Libre Comercio (TLC).
Hoy, tenemos en vigencia dos acuerdos que nos relacionan de manera estratégica con Australia y tengo el honor en haber participado de la construcción y puesta a disposición de ambos para el aprovechamiento por parte de peruanos y australianos. Primero está el Peru-Australia Free Trade Agreement, mejor conocido como el PAFTA por sus siglas en inglés. Y, en segundo lugar, está el Comprehensive and Progressive Trans-Pacific Partnership (CPTPP).
El comercio exterior del Perú con Australia todavía es incipiente, pero tiene mucho potencial por delante. En estos primeros años, hemos logrado que servicios peruanos de software, tecnología y servicios profesionales se exporten a Australia. Mientras que ellos nos brindan servicios asociados a la minería. También tenemos cada vez más peruanos que optan por estudiar su maestría o doctorado en las universidades australianas.
Es decir, las oportunidades son infinitas, en especial para las regiones peruanas, quienes tienen el mayor potencial a aprovechar dentro del acuerdo bilateral, porque la oferta exportable peruana está mayoritariamente fuera de Lima. Nuestra agroindustria en el norte y en el sur del país tiene mucho para ofrecer a mercados como el australiano. De hecho, ya hay productos peruanos en Australia y son muy bien recibidos pues es un mercado sofisticado. El reto es incorporar a cada vez más peruanos también en la sierra y selva.
Un capítulo pendiente es la conexión aérea directa. Las distancias aéreas nos permiten tener un vuelo Sídney-Melbourne-Lima sin ningún inconveniente. Y creemos que el flujo de pasajeros y de carga para hacer rentable la ruta es posible a medida que profundicemos nuestras relaciones comerciales.
Desde el punto de vista personal, esta experiencia de negociación me cambió la vida. En mis visitas a Sídney y Melbourne, fui testigo de una calidad de vida impresionante y los australianos te reciben con los brazos abiertos. Realmente te hacen sentir como en casa. Esto es algo que agradezco mucho.
Texto por Melanie Pérez Arias