Fernando Tamayo Grados
Fundador de Yaqua y de la Melbourne Microfinance Initiative
Tenía 21 años cuando fundé el Melbourne Microfinance Initiative, antes de hacer el Tata Jagriti Yatra: un viaje de 18 días en tren que pasa por 13 ciudades de toda la India para aprender qué es un emprendimiento social.
Yo estudié un Bachelor of Commerce en la Universidad de Melbourne desde 2008 hasta 2010, luego de hacer el Bachillerato Internacional en Lima. Escogí Australia porque me ofrecían una beca muy atractiva del 50% y Melbourne aparecía en los rankings mundiales como una de las mejores ciudades para vivir.
En el último año de la carrera nos daban la oportunidad de hacer intercambios con otras universidades. Una de ellas era la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, que pertenece a la Ivy League y es una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Para mí era un sueño, pero postulé y quedé. Allí descubrí un club de estudiantes llamado Penn Microfinance.
Me gustó mucho porque trabajaban en proveer pequeños préstamos sin garantías a personas de bajos recursos. Además, tenían proyectos reales con comunidades, uno de ellos era con una organización de microfinanzas en Perú. Así que al final del semestre fui a mi país con los chicos de la Universidad de Pensilvania e hicimos el proyecto.
El club planteaba una oportunidad de que personas privilegiadas usaran sus conocimientos y carreras para impactar en la vida de los demás. En el club los chicos entendían que sus opciones en negocios no solo eran trabajar en la banca o en Wall Street, sino lograr un impacto en la vida de las personas.
Al final del intercambió volví a Australia y noté que en la universidad de Melbourne no había nada parecido, así que fundé el Melbourne Microfinance Initiative. Fue el primer club de impacto social en cualquier universidad australiana en esa época y hasta ahora es el más grande de todos los clubes de impacto social.
El trabajo de la organización se basaba en visibilizar el concepto de microfinanzas y difundir el emprendimiento social entre la comunidad universitaria, para generar oportunidades de consultoría gratuitas en países en desarrollo. Hemos hecho proyectos en Ghana, Cambodia, Laos, Kenia y Perú.
La Universidad de Melbourne financió este proyecto, así como parte de los viajes de los alumnos y los eventos. Incluso me apoyaron para hacer el Tata Jagriti Yatra en la India. Fue un viaje inspiracional, tan motivador que me convenció de volver al Perú y hacer Yaqua.
En mis investigaciones sobre emprendimiento social y microfinanzas conocí Thankyou Water, una empresa social australiana cuyo producto principal es una botella de agua cuyo 100 % de las ganancias se utilizan para financiar proyectos de agua en África.
Así que regresé al Perú, hablé con mi mejor amigo, Daniel Franco, quien se sumó de inmediato al proyecto. Fundamos la ONG, replicamos la idea australiana y hasta la fecha hemos concretado seis proyectos de infraestructura de agua para consumo humano, beneficiando a más de 1.600 personas. De hecho, la Embajada de Australia financió una parte importante de un proyecto de agua de Yaqua en Cajamarca, en 2017.
Lo que hacemos es construir infraestructura para toda una comunidad en particular. Captamos agua de manantiales, construimos un reservorio y conectamos cada casa de la comunidad al sistema del agua.
Pero entre la idea inicial y el resultado han pasado varios años y no pocos desafíos. Poner la idea en marcha nos tomó dos años y medio porque nadie conocía el concepto de empresas sociales. Estamos hablando de 2011, mucho antes de que estos temas sonaran con fuerza. Era muy difícil conseguir apoyo y financiamiento, pero la experiencia australiana me ayudó a demostrar que ellos ya lo estaban haciendo y que para nosotros no era imposible.
Texto por Melanie Pérez Arias