Malú Galeazzi
Gerente General de Vinocorp
Los vinos australianos son extraordinarios y he pasado buena parte de mi vida profesional difundiendo e impulsando su consumo responsable en el Peru.
En mi hogar siempre hemos tenido una cultura del vino, pero fue cuando mi hermana se mudó a Australia y se casó con un australiano que me involucré en el mundo del vino de una manera más profesional.
Como suele suceder en las familias multiculturales, todos empezamos a interesarnos por Australia. Mi hermana y mi cuñado David Field, quien es experto en vinos, siempre traían vinos australianos en las maletas. Si bien a todos nos parecían deliciosos, de muchísima calidad, nos llamó mucho la atención no poderlos encontrar en el mercado local. ¿Qué hicimos? Optamos por la importación de vinos australianos al mercado peruano.
Era 2008 y cuando nadie en Perú tenía idea sobre estas alternativas, nos tocó hacer todo desde cero, pero con una certeza a nuestro favor: ser conscientes de que contábamos con un producto excepcional entre manos y que a los amantes del vino les encantaría.
Iniciamos importando apenas un poco más de una docena de etiquetas de tres bodegas. Realizamos pequeñas catas, primero con familiares y amigos, luego con contactos del mundo del vino, en restaurantes y con Sommeliers. En ese entonces no había redes sociales, pero la publicidad de boca a boca fue haciendo su trabajo. ¡Los vinos australianos eran otra cosa! Los aromas y sabores comenzaron a sorprender.
Australia es un gran productor de vinos, está entre los cinco mejores del mundo y su producción es alta: unos 14,2 millones de hectolitros al año. Muchas de las mejores bodegas con las que ahora trabajamos tienen una tradición familiar de más de 100 años, siempre con una calidad excepcional y compromiso con la sostenibilidad ambiental.
A lo largo de los años trabajando con los vinos australianos he observado como cada cosecha supera a la del año anterior gracias a la innovación constante y manteniendo un estricto control de calidad
La variedad insignia del vino australiano –que, además, es mi favorita- es la que se obtiene de la uva Shiraz, que en Francia –su país de origen es conocido como Syrah. Otro vino emblema es el que se produce con la uva Riesling, que siendo originaria de Alemania se ha sabido adaptar a la tierra australiana que le ha brindado un carácter más ligero, fresco y cítrico.
Aunque los principales mercados del vino australiano son China, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, mi familia y yo estamos orgullosos de haber introducido estos productos de calidad en el mercado peruano. Hemos comprobado, además, que maridan muy bien con nuestra gastronomía.
Por ejemplo un vino blanco Riesling marida maravillosamente con un ceviche o platos de los frutos del mar peruano o un lomo saltado con Shiraz de Yarra Valley ,Barossa o McLaren Vale.
¿Cuáles son mis recomendaciones? Un Shiraz de Barossa Valley, bien de la bodega Yalumba o de la bodega de Henschke; y un Riesling de d’Arenberg. Son imperdibles en la experiencia de degustar los vinos australianos.
Texto por Melanie Pérez Arias